¿Que es la próstata y su crecimiento?
¿Qué es la próstata?
La próstata es una glándula situada en la parte inferior del tracto urinario, debajo de la vejiga y alrededor de la uretra (fig. 1). Sólo los varones tienen próstata. Produce el líquido portador del semen y está formada por músculos lisos que contribuyen a expulsarlo durante la eyaculación.
Una próstata sana tiene el tamaño aproximado de una nuez grande y una capacidad de 15-25 mililitros. La próstata va aumentando poco a poco de tamaño a medida que el hombre envejece.
Crecimiento benigno de próstata
Las enfermedades de la próstata suelen ir asociadas al envejecimiento. Pueden causar síntomas molestos en el tracto urinario inferior en hombres de más de 50 años. Muy a menudo el origen de esos síntomas se asocian al crecimiento de la próstata, conocido como crecimiento benigno de próstata (CBP) (fig. 2).
El crecimiento benigno de la próstata es una situación frecuente, relacionada con cambios hormonales que afectan a los hombres a medida que envejecen.
Las enfermedades de la próstata pueden llegar a ser muy preocupantes, pero es importante saber que el CBP no es ni se convierte en cáncer de próstata aunque se deje sin tratar. Sin embargo, cualquiera de estas dos situaciones se pueden desarrollar con la edad e incluso pueden convivir. Consulte con su urólogo para exponerle cualquier preocupación que pueda tener al respecto.
En qué consisten la HPB y la OPB?
La hiperplasia prostática benigna es una afección benigna común que, en mayor o menor medida, la padecen todos los hombres. Esta afección se asocia a los cambios hormonales que se van sucediendo al envejecer estos.
En aproximadamente la mitad de estos hombres, la HPB puede derivar en un crecimiento prostático benigno (CPB). A partir de ahí, el crecimiento puede obstruir el flujo urinario, una afección que se conoce como obstrucción prostática benigna (OPB) que aparece en, más o menos, la mitad de los hombres que padecen un crecimiento.
Al referirse a su afección, el medico utilizará una de las tres palabras ya que estas afecciones están muy relacionadas unas con otras.
Síntomas
El crecimiento benigno de próstata puede afectar a su modo normal de orinar. Esto ocurre porque, al aumentar de tamaño, oprime la uretra en la salida de la vejiga (fig. 2).
Algunas veces los síntomas son leves, como necesitar orinar más a menudo o tener más dificultades para vaciar completamente la vejiga. Estos síntomas forman parte del proceso normal de envejecimiento, al igual que la disminución de la movilidad y la pérdida de memoria o de flexibilidad. Es posible que el médico no le recomiende seguir un tratamiento para este tipo de síntomas.
Otras veces los síntomas molestan mucho y pueden afectar negativamente a su calidad de vida, en cuyo caso podrá beneficiarse de seguir un tratamiento.
El CBP puede hacer que su flujo de orina se haga muy lento, o que se entrecorte varias veces mientras vacía su vejiga, o incluso puede tener que esperar y empujar (hacer esfuerzos) antes de empezar a orinar.
El CBP puede obligarle a orinar a menudo a lo largo del día y despertarle por la noche para orinar (lo que se conoce como nocturia). También puede producir urgencia miccional e incluso, a veces, producir pérdidas involuntarias de orina (incontinencia).
También puede ud. notar que su vejiga no se ha vaciado por completo después de orinar. El chorro de orina puede terminar con un goteo, que a veces continúa cuando ya ha terminado de orinar y ha salido del servicio, mojándole la ropa interior.
Los síntomas, a los que normalmente se les conoce como síntomas del tracto urinario inferior (STUI), pueden ser causados por el CBP pero también pueden ser debidos a otras afecciones que afectan al sistema urinario
Diagnóstico
El médico y el personal de enfermería realizan una serie de pruebas para encontrar la causa de los síntomas. A esto se le llama diagnóstico.
Los síntomas descritos en el apartado anterior pueden corresponder a muchas enfermedades, no únicamente al CBP. Por esta razón puede ser necesario realizar varias pruebas para poder establecer un diagnóstico. En primer lugar, el médico o la enfermera confeccionan la historia médica del paciente y realizan una exploración física. A continuación pueden prescribir análisis de orina o de sangre, pruebas de imagen de la vejiga y de la próstata y cualquier otra que se considere necesaria.
Vigilancia activa
Si tiene ud. crecimiento benigno de próstata (CBP) pero no tiene ningún síntoma molesto en el tracto urinario inferior (STUI), posiblemente no necesitará medicación ni cirugía. Bastará con que el urólogo le explique la situación, cómo puede evolucionar y cómo deberá adaptar su estilo de vida para atenuar y sobrellevar sus síntomas. También observará atentamente su evolución durante los meses o años siguientes y empezará a tratarle cuando sea necesario. Es lo que se conoce como vigilancia activa.
La vigilancia activa es una buena opción si sus síntomas son leves y si su calidad de vida no se ha deteriorado. Aunque lo parezca, no se trata de un planteamiento pasivo, ya que incluye revisiones periódicas para comprobar si la situación empeora.
Antes de prescribir un tratamiento, en la mayoría de los casos de CBP se ofrece un período de vigilancia activa . Se suele recomendar porque es muy raro que se presenten complicaciones graves durante ese tiempo. De hecho, algunos síntomas pueden mejorar por sí solos, y otros pueden permanecer estables durante años.
Tratamiento farmacológico
Se recomienda seguir un tratamiento farmacológico cuando los síntomas son tan molestos que afectan a la calidad de vida. Existen varios grupos de fármacos para el tratamiento del CBP, de los cuales debe hablar con su médico para decidir conjuntamente cuál es el más indicado para ud.
Tratamiento quirúrgico
La principal finalidad de la cirugía es aliviar los síntomas causados por el CBP y mejorar el flujo miccional. Existen distintas opciones terapéuticas, de las cuales debe ud. hablar con su médico, de manera que juntos puedan decidir cuál es la más indicada para ud.
¿Cuando debo pensar en operarme?
Cuando sus síntomas empeoren a pesar de haber recibido tratamiento farmacológico
Cuando tenga complicaciones causadas por el
CBP o esté en riesgo de tenerlas. Estas complicaciones pueden ser:
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Insuficiencia renal
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Dilatación de los riñones
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Incapacidad para orinar (retención de orina)
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Infección recurrente de las vías urinarias
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Cálculos en la vejiga
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Frecuente presencia de sangre en la orina
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Si no tolera bien el tratamiento farmacológico
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Si prefiere operarse a tomar medicamentos
Si sus síntomas le hacen sentirse mal, debe buscar ayuda consultando a su médico de cabecera o de atención primaria o a un urólogo.
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